Autoestima en tiempo de crisis

Sábado…   normalmente, este es el día que dedico a hacerme mi ratico de spa casero:  tratamiento de cabello, mascarilla, depilación, exfoliación, manicura, pedicura.  Todo pensando en dar mi mejor imagen; pero ¿para quién? y ¿para qué?  Si no voy a salir, mejor me quedo así como estoy, al fin al cabo, los de mi casa me han visto recién levantada de mi cama…

La cuestión es, mis queridos lectores, que hoy me resisto a caer en la trampa en la que nos estamos viendo inmersos de cuenta de la cuarentena.   ¡¡¡Si, ya sé!!!   Este encierro nos está quitando las ganas de hacer y francamente, nos estamos convenciendo que hay cosas más urgentes que el solo hecho de hacernos un cariñito.  Pero ¿saben qué?   como psicóloga siento que ahora, más que nunca, es necesario darnos una miradita y volver a nosotros mismos.   Luego de algunos mensajes y memes que me han llegado, he recordado que, a fin de cuentas, mi lucha con el encierro tiene que ver con mi necesidad de seguir viva y saludable.  Pero no sólo a nivel físico, también necesito que mi mente y mi espíritu estén fortalecidos.   No necesito que otro me apruebe, necesito saber que yo misma me gusto y me quiero, necesito oler rico porque así es como me gusta oler, necesito que mi cabello se vea lindo porque está pegado a mi cabeza, necesito sentirme bien conmigo misma porque, a final de cuentas, “yo voy conmigo” a todas partes; no puedo dejarme de lado, tengo que aprender a convivir con quien soy.  

Entonces, amigos, hoy decidí que no voy a parar mis hábitos, mi rutina de cuidado sigue tal cual.  En primera porque es una forma maravillosa de dedicar toda una tarde, en segunda porque yo merezco sentirme bien cuando me miro al espejo y, en últimas porque no sé si durante este encierro ocurra una necesidad de evacuación y quiero, mínimamente, sentirme a gusto con mi apariencia,  porque nadie sabe de qué salida depende su futuro y, francamente, no creo que sea bueno que me vea en la peor condición (a pesar de que esto es cierto, sólo quería poner algo de humor, porque, realmente, esto no es vital).

Así que hoy les propongo este trato:  vamos a consentirnos no sólo en apariencia sino también en espíritu mirémonos al espejo y felicitémonos por lo valientes que hemos sido, démonos ánimo porque hemos aguantado y cada vez falta menos, confiemos en que todos juntos vamos a poder superar la crisis.   Dediquemos un rato a nosotros mismos y a esas cosas que podemos hacer en casa y que nos hacen felices, hagamos nuestro ratico de spa y convidemos a nuestra familia a hacer lo mismo.  Este encierro es la oportunidad para encontrarnos y para descubrir lo maravillosos, valientes y fuertes que somos, pero, sobre todo, para entender que por encima de la apariencia está mi esencia, estoy yo.

SELF ESTEEM IN CRISIS TIME

Saturday… normally, this is the day that I dedicate to make up my home spa while hair treatment, mask, depilation, exfoliation, manicure, pedicure; everything is thinking to give me the best image; however, for who, for what? If I’m not going to out, I prefer to keep as well as I am, in the end, those of my house has seen me newly woken up from my bed…
The matter is my dear readers, today I resist to fall in the trap in which we are seeing immersed, consider the quarantine. ¡¡¡yes, I know!!! This confinement is taking off our like to do and honestly, we are convincing, there are more urgent things than giving us a sweetie. But, you know what? As a psychologist, I feel that now, more than ever, it is necessary for ourselves to give a look and come back to be ourselves. Then of some messages and memes which I have received, I have remembered, after all, my struggle against the confinement has related to my necessity to stay alive and healthy. But not only at the physic level, but I also need my mind and my spirit is strengthened. I don’t that other approve me, instead, I need to know that I’m myself I like me and I love me, I need to smell fine because as well as I Like to smell, I need my hair looks cute because it is sticking on my head, I need to feel well with myself because, after all, “I’m going on with me” wherever; I can’t let me aside, I have to learn to live with who I’m.
Thus, friends, today I decided that I’m not going to stop my habits, my special care routine, it keeps as it is. First because is a wonderful way to dedicate whole afternoon, second because I deserve to feel me good when I look in the mirror and last because I don’t know if during this confinement might occur a necessity of evacuation and I want, minimally, to feel likely of my appearance, because nobody knows which exit depends on our future and, honestly I don’t think it would be good that you look at me in the worst condition (despite it is not true, I just want to add some humor, because, really, this is not vital).
Therefore today I propose you this deal: we’re going to consent not only in appearance either in spirit, look at the mirror and congratulate ourselves for how brave we have been, give us cheer up because we have resisted and each time missing less, but we also trust in that we could surpass the crisis. Dedicate us a while for ourselves and these things I can do at home and make us happy, make our spa while and invite our family to make the same. This confinement is the opportunity to find ourselves and discover how wonderful, brave and strong we are, but, overall, to understand that above the appearance is my essence, it is me.